Chile es altamente dependiente de combustibles fósiles. En el caso de la generación eléctrica, hasta 2019 el país mantuvo 28 termoeléctricas a carbón, con una capacidad instalada de 5.500 MW; que durante los últimos años suministraron entre el 38% y 40% del consumo eléctrico nacional. Estas centrales están localizadas en ciudades (Tocopilla, Mejillones , Huasco, Puchuncavi y Coronel) que están declaradas latentes o saturadas por contaminantes atmosféricos y sujetas a planes de prevención o descontaminación.